En
1971 la Delegación Provincial
de Sanidad, prohibió dar el agua minero-medicinal a los agüistas directamente
de los manantiales, como tradicionalmente se venía haciendo.
Alegaban que los
manantiales no estaban cubiertos, que las aguadoras estaban dentro de ellos
aunque no en contacto con el agua, que los agüistas estaban alrededor esperando
le llenasen el vaso, que podía caer polvo y contaminación… y que por razones
higiénicas debían estar tapados y por medio de una moto-bomba de presión
suministrar el agua en un sitio apartado, pero lo más cercano posible a los
manantiales.
Como ordenaron, y
para que el agua minero-medicinal no perdiera en el traslado el conjunto de sus
propiedades fisico-químicas; como gas, minerales disueltos… y no se sedimentaran
al estar estancada, se instaló una moto-bomba de presión en cada manantial, en
Fuente Agria, en Buena Esperanza y en San Luis, y llevar el agua de cada uno de
ellos, por tubería hasta los grifos instalados en una pared de mampostería y
azulejos en la galería entre Buena Esperanza y San Luis y junto a las escaleras
que bajan a Fuente Agria.
Nuevos grifos instalados en 1971 |
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