La
carretera del balneario ha conocido los sistemas de locomoción de cada época, desde
coches de caballos y el Ford de pedales, a los “haigas” que traían los
tangerinos, hasta los últimos modelos actuales de las mejores marcas, y antes de
eso, lo que relato a continuación.
Hasta que en el año 1916 trajeron los tranvías, salvo
los que lo hacían andando y los que tenían vehículo propio, que eran muy pocos,
llevar a los agüistas al balneario y subirlos se hacía con caballerías.
En el pueblo había en aquella época muchos
animales de tiro para las labores agrícolas, y algunos los dedicaban sus dueños
a esto. Había un propietario, que a los aparejos les tenía puestos estribos
para más comodidad de los que iban subidos y de sobrenombre le llamaban el de
“los estribos”.
La salida de estos se hacía desde el término de la
calle Arroyo, y comienzo de las calles, Jesús (desde la Iglesia ) Huertas y Gamonal. En este cruce de calles construyeron
una peana para poder subirse mejor a las caballerías, a ese cruce de calles le
pusieron La Peana , aún hoy muchas personas la conocen por
ese nombre.
Cuando los tranvías dejaron de funcionar, fueron modernos autobuses los
que hacían el transporte y al reducirse la colonia agüista, los taxis hacían el servicio.
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