lunes, 28 de julio de 2014

7.- La Epoca Dorada

Nada refleja mejor el prestigio e importancia que en aquellos años tuvo Marmolejo, gracias a su Balneario, que las figuras que lo visitaron y llevaron su fama por doquier. Estas figuras acudían al Balneario buscando la salud de sus aguas, el ambiente cosmopolita de la localidad, los bailes en los salones de los hoteles, las fiestas, excursiones y la hospitalidad de sus gentes.
Reunión de agüistas en 1916. Se pueden ver algunos números de la Guardia Civil con uniforme de aquella época.
Ya en 1893 se imprime un libro pensado y compuesto por "Dos Ingenios" (agüistas asistentes al Balneario) donde se cuenta con puntualidad La Vida del Aguanoso. Jazmín oloroso y ramillete poético erudito y dedicado al Muy Ilustre Señor DON FRANCISCO S..... que Dios guarde.

Este librito, reeditado en 1997 por el Ayuntamiento de Marmolejo, saca en consecuencia que los "dos ingenios" eran el Conde de Liniers y el doctor Thebussen y el protagonista de la dedicatoria, el Muy Ilustre Señor Don Francisco Silvela.

Visitante en los primeros años fue D. Santiago Ramón y Cajal. Se contaba de él que, por las tardes, se sentaba en la terraza del bar a tomar café y, en la mesa, que tenía tablero de mármol blanco se dedicaba a dibujar con lápiz gráficos y líneas, con disgusto del camarero que después tenía que limpiarla, y decía: 

-¡Qué manía tiene este señor de pintarrajearme la mesa todos los días...!

Tertulia en el café del Casino. Nótese la mesa de mármol blanco
Don Santiago Ramón y Cajal
Esquema de red neuronal. Posiblemente los bocetos fueron hechos en esa mesa de mármol
Esos "pintarrajos" eran, ni mas ni menos, que los bocetos de las redes de conexiones neuronales, cuya descripción le supondría ganar el Premio Nobel de Medicina en 1906....

Muchos de los visitantes pasaban por el taller del maestro alfarero Vallejo. Allí, desde media mañana hasta la hora de comer, departían con él en amenas tertulias, lo veían trabajar y hasta le encargaban algún cacharro.


En el libro de firmas de su taller ha quedado constancia de la altura e importancia de estos visitantes: Santiago Ramón y Cajal, Joaquín Álvarez Quintero, José Muñoz San Román, José Ortega y Gasset, Darío de Regoyos, Tomás Cuesta, Rodolfo Valentino, Marquesa de Gandia, Marquesa de Altamira,  Marquesa de Caltojar, Marquesa de Cardeña, Marquesa de Salar, Francisco Rodríguez Marín, Serafín Álvarez Quintero, Armando Palacio Valdés, Rafael Bernier, María Guerrero, Charles Chaplin…

Sin embargo, el agüista que puso a Marmolejo y su Balneario en la historia y la literatura fue D. Armando Palacio Valdés que desarrolló los cuatro primeros capítulos su obra "La Hermana San Sulpicio" en el Balneario. Posteriormente en 1927, la primera película basada en la obra, protagonizada por Imperio Argentina, rodó parte de sus planos en el Balneario (pero en la versión muda... la versión sonora de 1932 fue rodada en otros balnearios y en estudio)

Escena de la versión de 1927, posiblemente entrando al chalet de baños. Al fondo aparecería un atisbo de la glorieta de los tranvías.
 En 1936 todo acabó de repente. La guerra llegó para quedarse tres largos años.

Extractos del libro "Balneario de Marmolejo, Siglos XIX y XX, Engrandecimiento y Decadencia" por Manuel Méndez González, Padilla Libros, 2001

Se puede encontrar mas información, excelentemente recopilada y presentada en 

http://villademarmolejo.es/

http://lugardemarmolejo.wix.com/marmolejo



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