sábado, 29 de noviembre de 2014

27.- Fidelidad

La mayoría de los agüistas eran asiduos durante muchos años a hacer su cura de aguas, siempre en las mismas fechas e ir al mismo hotel, pensión o casa particular. Fiel testimonio de lo bien que le sentaban, algunos decían, seguían viniendo por agradecimiento. Y no solamente era el paciente, también le acompañaba la familia, esposo o esposa, hijos, hermana, algunos incluso criada y chófer. Así que todos los años, al coincidir en unas fechas concretas, en los hospedajes la convivencia, familiaridad y amistad se reforzaba cada año.

Fidelidad como la de un joven que en 1950 o antes, acompañaba a sus padres, él también tomaba el agua, siempre en el mes de mayo, se casó y con su esposa acudía en mayo, faltaron sus padres y siguió viniendo en mayo. Inició negocios en Canadá y en mayo no faltaba a su cita en Marmolejo; años después el negocio lo tenía en Venezuela y en mayo lo saludábamos aquí. 

Cerró el Gran Hotel por reformas en 1984 y se hospedaban en la  residencia  Los Leones o en el Hotel Del Val. Cuando no abrieron las fuentes del balneario, tomaba el agua en la  de Los Socialitas. Y al cerrar ésta, en este mes de mayo de 2014,  lo vieron beber el agua de los manantiales que hay en el arroyo La Zarzuela.


Este señor merece el reconocimiento, homenaje y mención especial no ya de la empresa, que ha desaparecido, sino también del municipio y pueblo de Marmolejo, por su fidelidad a las aguas de su balneario.

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