miércoles, 31 de diciembre de 2014

40.- Prohibición

En 1971 la Delegación Provincial de Sanidad, prohibió dar el agua minero-medicinal a los agüistas directamente de los manantiales, como tradicionalmente se venía haciendo. 



Alegaban que los manantiales no estaban cubiertos, que las aguadoras estaban dentro de ellos aunque no en contacto con el agua, que los agüistas estaban alrededor esperando le llenasen el vaso, que podía caer polvo y contaminación… y que por razones higiénicas debían estar tapados y por medio de una moto-bomba de presión suministrar el agua en un sitio apartado, pero lo más cercano posible a los manantiales.



Como ordenaron, y para que el agua minero-medicinal no perdiera en el traslado el conjunto de sus propiedades fisico-químicas; como gas, minerales disueltos… y no se sedimentaran al estar estancada, se instaló una moto-bomba de presión en cada manantial, en Fuente Agria, en Buena Esperanza y en San Luis, y llevar el agua de cada uno de ellos, por tubería hasta los grifos instalados en una pared de mampostería y azulejos en la galería entre Buena Esperanza y San Luis y junto a las escaleras que bajan a Fuente Agria. 


Nuevos grifos instalados en 1971

En la reformas de 1986, se pusieron los tres juntos, como están en la actualidad, en azulejos con el nombre de cada manantial en la parte superior, y debajo la figura de un Fauno, protector como la diosa Higia de la salud por el agua. 


Los tres grifos en 1986.



lunes, 29 de diciembre de 2014

39.- El balneario en otra película

En el año 1969, rodaban en Úbeda “El Monumento”. En la trama hay escenas en un balneario, el más cercano y que se adaptara al guión era el de Marmolejo. Vinieron el productor y el director a conocerlo y pedir permiso a la empresa para rodar las escenas. Manuel Muñoz López, cuenta en su libro “Historia y recuerdos de Marmolejo” la reunión que  mantuvo con ellos en las oficinas.


 Hablando de muchas cosas yo comenté que Manuel Muñoz era el director del Cuadro Artístico Local, esto les agradó mucho y quisieron conocer que obras de teatro habíamos representado, ver fotografías, y demás detalles. Sugirieron que en la película había actores con intervenciones muy cortas, que en vez de traerlos de Madrid, lo podrían hacer algunos del cuadro artístico local. 

Estuvieron de acuerdo y Muñoz quedó en hablar con ellos y si querían, elegir a cuatro. Los cuatro elegidos fuimos: Natalia la mujer de Juan de Dios el fotógrafo, Jerónimo Barragán, Paco Perales y yo. Nuestra actuación fue en Úbeda, Natalia en un parque, Jerónimo de lego en un convento, Paco Perales de guardia urbano y yo de conserje en un casino.


De izquierda a derecha, Manuel Muñoz, dos hijos de Natalia, Analía Gadé, Jeronimo Barragán, Manuel Méndez y Paco Perales


Las escenas que trascurren en el balneario se concretan en ir por la galería el marqués y la pastelera, bajar por las escaleras a Fuente Agria y el marqués le ofrece a la pastelera un vaso de agua, todo esto mientras dialogan. 




Las  escenas del parque infantil, no son en el de aquí. Muchas personas bajaron al balneario a ver el rodaje y como se repetían mucho las escenas y el dialogo, acabaron por aprendérselo como los actores.

Cuando de proyectó la película en el cine del pueblo, hay una escena en la que el marqués y a la pastelera van por la galería del balneario hacia los manantiales, él le pregunta.., 



<<¿Por qué te has quedado en este pueblo asqueroso...?>>

en la sala sonaron silbidos y abucheos, algunos espectadores se sentirían ofendidos por interpretar, que al estar en el balneario, el pueblo al que se refería, era Marmolejo.

        Con respecto a nuestros emolumentos, Muñoz cerró con la producción lo que íbamos a percibir. Mi parte  consistía en descolgar un teléfono y decir cuatro palabras “Avisa al señor presidente” 




Por estas palabras recibí 4.000 pesetas de la época. Teniendo en cuenta que viajamos a gastos pagados, considero que a 1.000 pesetas la palabra me convertía en el actor mejor pagado del cine español de aquel momento. 




viernes, 26 de diciembre de 2014

38.- El Balneario y Marmolejo en el cine

La novela de Armando Palacio Valdés, “La Hermana San Sulpicio” fue llevada al cine en cuatro ocasiones. 

La primera versión, película muda, en 1927, con este título. La primera parte se desarrollaba en Marmolejo, con escenas de  alojamientos y toma de aguas en los manantiales. Palacio Valdés, al ceder los derechos de la obra, acepto que el papel de primera actriz lo hiciera la jovencísima Imperio Argentina, que debutaba en el cine interpretando el papel de Gloria o sea La Hermana San Sulpicio.



La segunda,  ya sonora, en 1934, con el mismo título. Imperio Argentina es también la protagonista. En esta película, el guión respeta el texto de la novela, nombrando a Marmolejo y sus aguas minerales en numerosas ocasiones, fue rodada en el balneario de Cofrentes.



La tercera, en 1952, también con el mismo título. La protagonista es Carmen Sevilla, la acción es en un hospital donde la monja, además de atender a los enfermos, trata de animarlos con su alegría y gracejo, siendo la trama  la misma,  el doctor es el director del hospital.



Y la cuarta versión en 1971 con el título de “La Novicia Rebelde”  la  protagonista es Rocío Dúrcal.


martes, 23 de diciembre de 2014

37.- Franco en el Gran Hotel

En dos ocasiones estuvo Francisco Franco, Jefe del Estado, en el Gran Hotel, en los años 1959 y 1961.

En 1959, con ocasión de la inauguración de la Fábrica de Uranio de Andújar. Después del acto inaugural, discursos y demás, el Jefe del Estado, ministros, autoridades civiles y militares tanto provinciales como locales, se concentraron en el Gran Hotel en el que almorzaron.


En 1961, vino a inaugurar la Granja Escuela en Marmolejo. Granja Escuela Virgen de la Cabeza, como centro de formación de capataces agrícolas. 


Las crónicas de la época informaron del recibimiento dado por el pueblo de Marmolejo al Jefe del Estado, de los actos de la inauguración, discursos, etc. En el Gran Hotel también tuvo lugar la comida con miembros del gobierno y autoridades civiles y militares. 

Franco, y el entonces alcalde Francisco Rivillas en el balcón central de la recién inaugurada Ganja Escuela, enfrente del Gran Hotel.

jueves, 18 de diciembre de 2014

33.- 36 Docenas

Casi todos los agüistas al marcharse llevaban algún regalo para la familia; recuerdos del balneario o de los productos del pueblo, bien de la huerta o del comercio. Del pueblo los recuerdos que vendían en las tiendas, Bazar Solís, Bazar Giralda, y otros. 

De las huertas predominaban los pimientos rojos y las alcachofas, que eran muy solicitados tanto aquí como en los pueblos cercanos. Del comercio las morcillas siempre tuvieron  mucha aceptación, así como otros productos de la matanza. Pero lo que verdaderamente deseaban llevarse eran… las magdalenas de Robles o de Peña, gustaban a todos. 

Una clienta del hotel que se marchaba para Sevilla, encargó... ¡¡36 docenas!!, 

Quien tenía que traérselas quedó extrañado al oír la cantidad  y preguntó si había oído bien. La clienta le confirmó la cantidad y le dio una explicación, tenía muchos hijos, hijas y nietos, y las magdalenas eran para repartirlas entre ellos.

lunes, 15 de diciembre de 2014

32.- Profesor de español

El domingo 22 de mayo de 1977, visitó Marmolejo y se hospedó en el Gran Hotel, el Sr. Russel Jones  profesor de español en la Universidad de Toronto (Canadá) estaba en España tomando datos para su tesis sobre Armando Palacio Valdés. 

Buscando referencias reales sobre los lugares que se describían en la novela “La Hermana San Sulpicio”, y aunque el entorno ya no era el mismo visitó los manantiales y le acompañé por el pueblo, con visita a la calle que lleva su nombre. Sabía del homenaje que el municipio le hizo a Palacio Valdés el 8 de junio de 1924, con asistencia de más de doscientas personas, el nombramiento de hijo adoptivo de la villa y concediendo su nombre a la antigua calle La Fonda.  

Al ser domingo y estar los comercios cerrados no pudo comprar postales, quedamos en que yo le enviaría las de Marmolejo y él haría lo mismo con las de Toronto. Con una amable carta el 17 de junio de 1977 recibí 18 postales de allí. 




viernes, 12 de diciembre de 2014

31.- Embajador

Otro asiduo agüista al balneario fue, mientras estuvo en España, el embajador de Suecia. Sr. Otto Wilhem Winther, una persona enamorada de España y de todo lo español. 




Persona muy culta, hablando un perfecto español, intervenía en todas las reuniones; interesado en la cinematografía acudía con frecuencia al Juanibel Cinema, así se llamaba el cine, y en el vestíbulo, tanto antes de empezar la película, como en el descanso, formaba tertulia con algunos asistentes comentando bien la película o cosas que a él le parecían curiosas del pueblo. 

Manuel Muñoz López, en su libro “Historia y costumbres de Marmolejo” comenta como el día 19 de abril de 1956, el Cuadro Artístico Local, él era el director, representamos (yo también actuaba como actor…), la comedia “El Roble de la Jarosa”. 




El embajador, disfrutaba y reía con las situaciones cómicas que se representaban. La comedia, al ser la acción en un ambiente andaluz y campero, había palabras que decían los gañanes que no entendía, al día siguiente le pidió a Muñoz la obra para leerla y entenderla mejor. 

Antes de la representación y en los descansos, el director invitaba al embajador a ir entre bambalinas en la que conversaba con él y los actores, interesándose por detalles que le llamaban la atención, siempre con una amabilidad y educación admirables.

martes, 9 de diciembre de 2014

30.- Botones gallego

En los mismos años, los nuevos arrendatarios del hotel trajeron de Sevilla a un empleado gallego, para botones y mandadero, como se decía entonces.  Era de esas personas que por mucho tiempo que pasen fuera de su región, no pierde su forma de hablar ni su acento.  

A pesar de que llevaba bastantes años en Sevilla, era dificilísimo entenderlo. De vez en cuando iba a Galicia a visitar a la familia. Poco se le entendía antes de ir, pero lo que era al volver, no había manera de cogerle palabra. Su pueblo natal pertenecía al Ayuntamiento de Mondariz, y muchos le preguntaban cómo se pronunciaba, si Mondariz o Mondáriz. 

El siempre contestaba lo mismo con cierta irritación y un marcadísimo acento gallego:

 “¡¡Mondariz será Mondáriz cuando la nariz sea náriz...!!” 

viernes, 5 de diciembre de 2014

29.- Mayito

Por aquellos años se hospedó en el hotel un señor muy religioso, comedido, educado y respetuoso con las buenas costumbres y modales, que tenía un perro llamado “Mayito”. Por las mañanas, después del desayuno, lo sacaba a pasear por delante de la terraza del hotel hasta el final del jardín, iba y venía. En una de éstas, al pasar por la puerta de entrada de vehículos coincidió que por la carretera pasó una perra. 

Mayito, que debía tener muy buen olfato, dio un tirón súbito de la correa, soltándose de su dueño y echando a correr hacia la perra que, al verlo venir, salió huyendo hacia las tierras que había enfrente del hotel. El dueño del perro salió corriendo tras de él, llamándolo “¡¡¡Mayito, Mayito…!!!. Los clientes que estaban en la terraza fueron testigos entre atónitos y divertidos del espectáculo, e incluso en pié asistieron a él hasta que Mayito consiguió su propósito. 

El pobre señor tuvo que esperar a que Mayito cumpliera con sus deberes de reproducción, sabiendo a todos los clientes en la terraza pendientes de los tres. Cuando consiguió coger a Mayito, sin decir palabra ni levantar la vista del suelo subió a la habitación, hizo el equipaje, pagó la cuenta y se marchó. No sé si volvió a venir alguna vez...

martes, 2 de diciembre de 2014

28.- Turistas

A partir de 1950 en que empezó el turismo a venir a España, las agencias de viajes tuvieron problemas con el hospedaje en Córdoba, ya que en esta ciudad solo existían, en aquellos años, dos pequeños hoteles, Regina y  Simón. Dada la cercanía, lo resolvieron hospedándolos en el Gran Hotel en Marmolejo. Los autobuses llegaban por la tarde desde Madrid, hacían noche aquí y al día siguiente marchaban a Córdoba. 

Estas estancias finalizaron cuando hubo nuevos hoteles en dicha ciudad. Muchas personas recordarán como estos turistas hacían, también, su visita al pueblo. Un pequeño grupo de ellos entró en un comercio que vendía chacinas, uno de los turistas hablaba algo de español y le pidió al comerciante un poco de jamón bueno, él le contestó ¿pata negra? el francés seguía insistiendo jamón bueno, un cliente que esperaba turno el ver que el turista no sabía el significado de pata negra, se dirigió a él y le dijo: En España, en jamones, el mejor es el pata negra, igual que en Francia, en champán, el mejor es el Dom Perignon, con esta explicación comprendió lo de pata negra, diciéndole al comerciante “¡si, si, pata negra, pata negra...!”.