50.- Reinauguración del Gran Hotel Balneario

En el año 1986, una vez finalizadas las obras de reforma del hotel, se inauguró con la presencia de todo el Consejo de Administración, autoridades locales y numeroso público invitado. 

Bendijo el hotel el Arzobispo Vicario General Castrense don José Manuel Estepa Llaurens, familiar de uno de los nuevos accionistas.

A continuación el Vicepresidente del Consejo hizo uso de la palabra diciendo “A lo largo de más de una centuria, la historia de este bello enclave andaluz y sus aguas se entrecruza y se vivifica mutuamente como un todo indisoluble”, más adelante dijo “que después de muchos esfuerzos de toda índole, el nuevo consejo de la sociedad que se formó hace pocos años recogiendo la antorcha de una tradición señera, ha cumplido su objetivo de dotar a Marmolejo de una digna instalación hotelera que esperamos merezca su beneplácito”.

Agradeció la colaboración de los que habían participado en la reforma y “así como a Manuel Méndez González, apoderado de la sociedad, que nos sirve para unir la actualidad con el ayer y mañana”. En el acto intervino también el alcalde de Marmolejo, el cual en breve discurso, agradeció a la empresa su empeño en las mejoras que se inauguraban.

El hotel tras la reinaguración en 1986

Finalizó el acto con un ágape a los muchos invitados “en el que los presentes valoraron efectivamente el esfuerzo de la empresa, tanto en la realización de las obras como por los detalles y la perfección del acabado” según citaba la prensa en la crónica de la inauguración del Gran Hotel Balneario de Marmolejo.

De los primeros clientes en hospedarse fueron los numerosos romeros de la Cofradía de la Virgen de la Cabeza de Sevilla, en peregrinación al cerro, con motivo de la Romería de aquel año.

49.- Exposición

En la década de los años 60 del pasado siglo, se celebró en Jaén una exposición de las industrias de la provincia.

 El balneario participó en ella instalando una reproducción de Fuente Agria, repisas con botellas, plantas ornamentales, silueta de una aguadora ofreciendo un vaso de agua y de una monja como alegoría a la protagonista de la novela de Armando Palacio Valdés “La hermana San Sulpicio”.

Numerosas personas lo visitaron, bebieron el agua  de Marmolejo que de botellas ofrecían al público y  se llevaron folletos del Balneario. 

48.-Tranvías

Una mañana del mes de abril de 2004 yendo por la calle Antonio Alcalá, a la altura del Teatro Español, me crucé con un señor que se dirigió a mí para preguntarme si sabía donde vivía Manuel Méndez, le dije que si lo sabía porque Manuel Méndez era yo, después de saludarnos se presentó como José María Valero, ingeniero y coleccionista de tranvías. Venía en mi busca por indicación de Sebastián Pastor, Sebas.

Jose María Valero

Como coleccionista de tranvías, estaba interesado en conocer desde cuando empezaron a funcionar  y dejaron de hacerlo. Se interesaba también si alguien conservaba billetes, carteras de cobrador, uniformes o algún objeto de ellos. Dado el tiempo transcurrido solo había fotografías.

   

Le acompañé por el recorrido del tranvía, desde la parada en la puerta de la iglesia, calles Arroyo, Jesús, Calvario, su paso por el Gran Hotel, cocheras, margen izquierda de la carretera, parada que había en el Santo Cristo para cambiar las caballerías, hasta el balneario. También quiso conocer la estación de ff.cc. al saber que los tranvías  habían venido en tren.

Parada de tranvía en el Balneario

Al despedirse me dijo que antes de irse iba a ir al Ayuntamiento a entrevistarse con el Alcalde para proponerle reimplantarlos en Marmolejo, como ya lo habían  hecho otras ciudades y más tarde Sevilla y Jaén.

El miércoles día 5 de mayo de 2004 el diario EL MUNDO publicó una entrevista con el mayor coleccionista de tranvías de España, este era José María Valero que un mes antes estuvo en Marmolejo. Comentaba su gran pasión por ellos desde pequeño, al vivir en Zaragoza frente a las cocheras, los veía entrar y salir todos los días. Tenía en la colección 45 unidades compradas en distintas ciudades y uno en Montejo (Jaén) que era el más antiguo.  En la provincia de Jaén en el siglo XX sólo hubo tranvías primero en Marmolejo (de tracción animal) y luego en Linares (eléctricos), posiblemente Montejo sería un error de trascripción.

En el año 1939, finalizada la guerra civil, en la cochera de los tranvías se encontraba el resto de lo que quedaba de ellos; uno cerrado completo, una jardinera medio desguazada, las ruedas de ellos amontonadas en un rincón y a la derecha e izquierda los raíles del recorrido desde el pueblo al balneario. Puede ser que en el museo de tranvías del Sr. Valero, esté uno de los que circularon por Marmolejo.

Coche Mercedes que sustituyó a los tranvías.

47.- Concentración de motos

Por aquellos años se celebró en el balneario una concentración de motos que se repitió varias veces. Venidos de toda España, fue un acontecimiento ver tantas juntas, algunas de gran cilindrada y de las mejores marcas, la vestimenta de los motoristas y las exhibiciones que hacían con ellas. Los aficionados a las motos y numeroso público no perdieron la ocasión de disfrutar de este espectáculo. Por el pueblo se les vio por todas partes, el ir y venir de unos, o los que visitaban bares, cafeterías y comercios. 

En otra ocasión hubo una competición de motocross, eran numerosos los que competían y gustaba ver con que habilidad sorteaban los obstáculos, incluso por dentro del arroyo Las Graillas. Igualmente la asistencia de aficionados y público fue grande.