Por aquellos años se celebró en el balneario una concentración de motos que se repitió varias veces. Venidos de toda España, fue un acontecimiento ver tantas juntas, algunas de gran cilindrada y de las mejores marcas, la vestimenta de los motoristas y las exhibiciones que hacían con ellas. Los aficionados a las motos y numeroso público no perdieron la ocasión de disfrutar de este espectáculo. Por el pueblo se les vio por todas partes, el ir y venir de unos, o los que visitaban bares, cafeterías y comercios.
En otra ocasión hubo una competición de motocross, eran numerosos los que competían y gustaba ver con que habilidad sorteaban los obstáculos, incluso por dentro del arroyo Las Graillas. Igualmente la asistencia de aficionados y público fue grande.
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