miércoles, 26 de noviembre de 2014

25.- ¿Efectos milagrosos?

Había agüistas que venían con una gran fe en las propiedades curativas de las aguas minero-medicinales de los manantiales del balneario. Llegó una señora de Ciudad Real con un estado de salud muy delicado, toda amarilla, delgada, apenas se tenía en pié. Padecía del hígado y después de varios tratamientos que no hicieron el efecto deseado, le hablaron del balneario de Marmolejo, del efecto de sus aguas minero-medicinales y de las mejorías que habían tenido otros pacientes con dolencias perecidas. Consultó a su médico de cabecera y le mostró su deseo de venir a Marmolejo a hacer una cura de aguas. La opinión del médico fue contraria, diciéndole que debía seguir con lo que le recetaba.


Ella por su cuenta y riesgo se vino a Marmolejo y después de pasar la consulta con el Médico Director del balneario, éste le prescribió la cantidad de agua que debía tomar y cuantos días. Al poco tiempo empezó a verse la mejoría que el agua minero-medicinal estaba produciendo en su organismo. Tanto es así que pasadas tres semanas era otra persona diferente a la que vino. Dejó de estar amarilla, ganó peso, su aspecto mejoró grandemente y, al marcharse, dijo que la primera visita en Ciudad Real sería a su médico de cabecera para que viera como estaba.

Al volver el año siguiente, contó la sorpresa que se llevó el médico al verla, preguntándole “que donde había estado y que tratamiento había seguido...”. Al decirle que sólo había tomado las aguas en Marmolejo, no daba crédito a la mejoría...

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